niño realizando lactancia

Lactancia Materna: Cuando, cómo y sus beneficios

La leche materna es el mejor alimento para el bebé. Está preparada para su inmaduro sistema digestivo, protege al bebé frente a enfermedades e infecciones,  y va evolucionando y cambiando su composición con el crecimiento del bebé. Se adapta perfectamente a cada niño, y al estado de salud de este, además de aportar todos los nutrientes y vitaminas que el lactante necesita hasta los 6 meses.

¿Y hasta cuando se recomienda dar el pecho?

La Organización Mundial de la Salud, la Academia Americana de Pediatría y la Asociación Española de Pediatría recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del niño.

A partir de los 6 meses se introducirá la alimentación complementaria, sin embargo la leche sigue siendo el alimento principal hasta el año de vida. A partir del año la comida sólida va cobrando importancia, y la lactancia pasa a un segundo plano de forma natural y gradual.

Estas organizaciones recomiendan amamantar hasta los 2 años al menos, siendo esta fecha un mínimo y no un límite en el cual hay que finalizar la lactancia.

El destete es cosa de dos y podrá producirse cuando una de las partes, o las dos lo decidan.

¿Qué aporta la leche materna?

Partimos de la base de que la leche materna está diseñada para un bebé y es lo que la naturaleza a marcado. Los beneficios son múltiples para madres y bebés, y la ciencia cada día nos aporta datos nuevos y sorprendentes sobre sus virtudes.

La leche materna aporta todos los nutrientes y vitaminas necesarias para tu bebé. Además de la parte nutricional el amamantar a tu bebé favorecerá el vínculo entre vosotros.

En la leche materna también encontramos defensas, que protegerán al bebé de infecciones y otras enfermedades. Esta leche además se adapta y favorece un correcto desarrollo del sistema digestivo del bebé.

El amamantar también tiene numerosos beneficios para la madre. La secreción de una hormona llamada oxitocina al dar de mamar hace que el vínculo sea cada vez más fuerte. Esto mejora el estado anímico de las madres y previene la depresión posparto. La incidencia de cáncer de mama disminuye en las madres que amamantan así como el riesgo de enfermedades metabólicas como la diabetes entre otras virtudes.

¿Cómo puedo conseguir amantar a mi bebé?

Es importante que ya durante el embarazo te informes sobre la lactancia materna (mira nuestro curso en el enlace anterior), ya que sus inicios no siempre son sencillos. Los múltiples beneficios que tiene para la salud física, mental y emocional de mamás y bebés hacen que todo el esfuerzo merezca la pena. Sin embargo el inicio de la lactancia puede ser complicado, y el tener información previa puede ser la clave. ¡Mira éstos 15 tipos para una lactancia exitosa!

El día a día de la lactancia.

La lactancia materna es a demanda, tu bebé debe mamar frecuentemente. Su estómago es muy pequeño y se llena muy rápido. Pero también hace digestiones rápidas y pronto volverá a pedirte mamar. Olvídate del reloj, a demanda es cuando el bebé quiera y el tiempo que necesite. Habrá bebés que pidan frecuentemente, la mayoría, sin embargo otros estarán más adormilados y necesitarán estímulo para mamar.

Para que la toma sea efectiva no debe ser dolorosa. La lactancia no duele, y si lo hace es porque algo no va bien. La mayoría de las ocasiones el dolor está causado por una mala postura al pecho y corregirla precozmente es importante. Si tienes dolor pide ayuda a un experto en lactancia que observará una toma y diagnosticará cual es la causa para atajarla cuanto antes.

Uno de los signos que nos indica que nuestra lactancia está funcionando son los pises y cacás del bébe. El primer y segundo día eliminará el meconio (primera caca negra y pegajosa de los bebés), para después ir aumentando el número de cacas al día, así como su color, consistencia  y cantidad). Si tu bebé no hace pis o caca suficiente consulta a su pediatra y pide ayuda con tu lactancia. El peso del bebé también será un indicativo de que todo va bien. Los primros días de vida perderá peso, pero a partir de la semana de vida tu pequeño debe ganar un mínimo de 120 gramos por semana. Además notarás que se queda satisfecho tras las tomas, durmiéndose y dejando sus manos relajadas.

Es importante que observes a tu bebé y reconozcas los signos precoces de hambre para darle la toma cuando aún está tranquilo y está empezando a pedir. Evitarás así que se agite y llore, ya que en este estado hará la toma mucho peor.

Crisis de crecimiento

Las crisis de crecimiento son una información que toda madre lactante debería tener. Estas crisis se caracterizan por brotes de crecimiento del bebé que se traducen en un aumento de la demanda al pecho y un comportamiento característico e irritable que puede hacernos dudar sobre nuestra lactancia.

Las primeras semanas serán intensas y duras. Intenta delegar todas las tareas en tu pareja y familia. Tu bebé y tu lactancia requerirán una atención casi exclusiva.

Date tiempo para conocer a tu pequeño, ten mucha paciencia y apóyate en los tuyos para poder comenzar vuestra lactancia del mejor modo posible.

Cuándo no se da lactancia materna.

Muchas mujeres deciden no amantar por diferentes motivos. En muchas ocasiones malas experiencias previas por falta de apoyo y recursos son las culpables. Si tuviste problemas en tu primera lactancia eso no tiene por qué repetirse. Infórmate previamente y busca profesionales de referencia para los primeros días.

En otras ocasiones enfermedades maternas o algunos fármacos contraindican la lactancia. Son pocos casos, pero los hay. Te recomiendo siempre consultar a un experto en lactancia antes de tomar una decisión y consultar  la web www.e-lactancia.org. En este maravilloso recurso podrás consultar la compatibilidad de lactancia materna con fármacos, hierbas, enfermedades, etc.

Hay mujeres que deciden no dar el pecho por otros motivos, lo importante es que tu decisión sea informada y meditada. Sea cual sea el motivo tienes derecho a encontrar apoyo y respeto en tu proceso.

Si no es posible el amamantamiento o no se desea podrá utilizarse leches de fórmula adaptada. Esta fórmula es leche de vaca modificada y adaptada al bebé humano. Es muy importante informarse sobre la forma correcta de preparar y dar el biberón para evitar complicaciones.

El biberón también es a demanda, en niños sanos hay que olvidarse de las famosas tres horas. El bebé pedirá comer cuando lo necesite, y le daremos el biberón de tal forma que pueda controlar la cantidad que come. Para ello daremos la toma siempre en brazos con el bebé lo más incorporado posible. La tetina deberá ser de bajo flujo y cada 15 succiones haremos pausas para que el bebé descanse.

Tras la toma y durante ella conecta con tu bebé con la mirada y con caricias. Es muy importante el contacto piel con piel, ya que hará que vuestro vínculo se vaya forjando.

Estas pautas también son válidas y necesarias en caso de lactancia materna diferida (extraer la leche materna y darla en biberón) o lactancias mixtas.

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