Pinchazos en vagina o ano durante el embarazo

Pinchazos o punzadas en la Vagina, Ano o Bajo vientre durante el embarazo

El embarazo es una época especial y única pero también un momento en el que nos asaltan miles de dudas. Estas dudas suelen ser comunes en todas las mujeres y evolucionan según nuestra barriga crece.

Los pinchazos o punzadas en diferentes momentos de la gestación son una de las más frecuentes ya que pueden ocurrir en cualquier trimestre del embarazo por diferentes causas.

Es importante que conozcas porqué se producen y que sepas diferenciar los que son normales de los que pueden ser un signo de que algo no va bien.

Pinchazos en vagina, ano o bajo vientre.

Podemos sentir una sensación punzante en diferentes lugares de nuestro cuerpo en diferentes momentos del embarazo. Lo más frecuentes son dolores punzantes bajo el ombligo o en los laterales de este, pero también podemos notarlos en la zona de nuestra vagina e incluso en el ano.

La intensidad es variable, así como su duración, ya que dependen de porque se produzcan. Por regla general solo duran uno o dos segundos, y pueden repetirse en más de una ocasión en un pequeño intervalo de tiempo.

Molestias en el primer trimestre (hasta la semana 12)

En el primer trimestre encontramos ya desde el inicio de nuestro embarazo cambios y sensaciones que nunca habíamos sentido.

Las primeras semanas podemos encontrar molestias similares al “dolor de regla” en el bajo vientre, pubis o vejiga.

Estas molestias son provocadas por el crecimiento del feto y la distensión que esto provoca en nuestro útero. Es importante saber que es un dolor que aparece más al final del día, cuando ya estás muy cansada, pero también si aguantas mucho la orina por la presión que la vejiga ejerce sobre nuestro útero.

Si sientes estas molestias debes descansar, hidratarte bebiendo mucha agua, e ir al baño para vaciar bien la vejiga y eliminar gases si los tienes o hacer caca. Estos cuidados deben hacer que la molestia desaparezca en pocos minutos. Si no desaparecen, aumentan o se acompañan de sangrado debes acudir al hospital para que te valoren.

Pinchazos en el segundo trimestre (Semana 13 a 27)

Zonas de dolor y úteroAl final del primer trimestre y principios del segundo, aparece una nueva sensación. Punzadas o “tirones” en los laterales del abdomen provocadas por el estiramiento del ligamento redondo del útero. Este ligamento sujeta el útero de manera anterior y lateral, hay uno a cada lado de nuestro abdomen y cuando el útero crece su distensión puede provocar molestias.

A partir de la semana 13, el útero sale de la pelvis y comienza a crecer rápidamente, la ligera caída hacia delante que tiene (como se puede observar en la imagen) hace que estos dos ligamentos se estiren y tengan que sujetar con mucha fuerza el peso creciente. En torno a la semana 16, estos síntomas se hacen más intensos y esta molestia puede notarse varias veces al día.

Cualquier movimiento como girarte en la cama, levantarte de golpe o sentarte puede hacer que aparezca. Es muy común que si ríes, toses o estornudas, por la contracción abdominal que se produce esta punzada intensa aparezca durante unos segundos.

Estiramientos zona pélvicaPara tratar estas molestias tan comunes nos vendrá muy bien el ejercicio físico en forma de estiramientos de la pelvis y musculatura del suelo pélvico, músculo psoas y torsiones. El fortalecimiento del abdomen y espalda mejorará la sujeción/contención del útero, evitando así que estos ligamentos se estiren en exceso y produzcan estos síntomas.

Durante este trimestre, sobre todo al final, llegando a la semana 26-27 pueden aparecer otras molestias producidas por la cabecita del bebé sobre la pelvis. Pinchazos en vagina, ingles o ano que duran unos segundos producidos por la presión de la cabeza en diferentes estructuras.

Tercer trimestre. Punzadas o pinchazos más frecuentes e intensos.

Con la llegada del tercer trimestre el peso del bebé y su posición hace que estas sensaciones se den de manera más intensa.

A veces estos pinchazos nos pueden imposibilitar seguir con lo que estamos haciendo por su intensidad, aunque debe ocurrir solo durante un segundo. Si se prolonga en el tiempo podría ser por otras causas y deberías ir al hospital para ser examinada.

En torno a la semana 32-34 los bebés suelen colocarse en posición cefálica, aunque muchos lo hacen antes. Esta posición hace que los músculos del suelo pélvico se vean más presionados y estirados por el peso de la cabeza del bebé. Esto puede provocar punzadas momentáneas en las ingles, vagina, pubis e incluso en el ano. Muchas mujeres las describen como un “dolor punzante muy intenso que las deja bloqueadas”, hasta el punto de tener que pararse si van caminando o están realizando ejercicio.

Estas punzadas pueden producirse varias veces al día, pero sobre todo ocurren cuando estás más activa. Las situaciones más comunes donde se producen son:

  • Al realizar ejercicio físico.
  • Caminando.
  • Al final del día por el agotamiento muscular.
  • Tras la práctica de relaciones sexuales.
  • Por pasar mucho tiempo de pie.
  • Tras hacer pipí o mientras defecas.
  • Si retrasas mucho el momento de ir al baño.
  • Al llevar ropa ajustada o apretada por los gases que provoca.

Contracciones o pinchazos. Cómo diferenciarlo.

Las punzadas de las que hemos hablado hasta ahora no son contracciones, pero si es cierto que cuando sentimos contracciones puede verse acompañado de punzadas.

Para diferenciar los pinchazos de las contracciones debes saber que con la contracción el útero se pone duro y notarás presión en tu abdomen. Esta presión puede ir acompañada o no de punzadas.

Las contracciones de Braxton Hicks se producen desde la semana 16 de embarazo, las llamamos contracciones preparatorias, no duelen y deben ceder con el descanso. A veces con estas contracciones podemos sentir ligeras molestias en formas de pinchazos en diferentes lugares de nuestro cuerpo (vagina, pubis, ingles o ano) pero deben ser momentáneas y ceder con el reposo.

Las contracciones de parto si producen dolor y se acompañan también de esa sensación de presión en el abdomen, son contracciones que no ceden con el descanso y que hacen que tu cuello de útero se madure y modifique para poder dilatar. Estas contracciones también pueden hacerse sentir ese dolor punzante. Pero lo sentirías regular y continuado en el tiempo.

Punzadas más intensas que antes. ¿Por qué las siento?

Hay situaciones en la que estas sensaciones pueden ser más fuertes o molestas. Te ponemos algunos ejemplos de ello:

  • Si estás estreñida o tienes muchos gases estos síntomas aumentarán, es importante que comas equilibrado para tener una buena salud digestiva.
  • A veces con los movimientos del bebé también puedes notar estos pinchazos. Si el bebé se mueve mucho, puede ser muy incómodo.
  • Las mujeres que tienen poca fuerza en su transverso abdominal. Serán embarazadas con la barriga muy caída que estarán más molestas. Un cinturón pélvico puede ayudarte con estas sensaciones. Puedes ver éste en Amazon.
  • Estas molestias pueden ser más intensas o incluso darse durante todo el día en casos en los que el útero esté muy irritable. Un útero irritable es un útero que se contrae en exceso, ya sea por tensiones musculares o rigidez. La visita a un fisioterapeuta y/o osteópata especializado en embarazo puede ayudarte así como estiramientos específicos.

Punzadas o molestias que NO son normales

Es importante que sepas diferenciar aquellos síntomas normales de los que no lo son. Hay situaciones que pueden provocar contracciones prematuras que pueden acompañarse de esta sensación punzante que nos ocupa en este artículo:

  • Infecciones de orina.
  • Infecciones vaginales.
  • Amenaza de parto prematuro.
  • Desprendimiento de placenta.
  • Deshidratación materna.

Si las sensaciones no ceden con el descanso, se repiten de manera continua o duran más de unos segundos debes consultar para descartar patologías como las anteriormente enumeradas.

Signos de urgencias. Motivos por los que siempre tienes que consultar.

Aunque ya hemos visto en que situaciones es normal sentir punzadas, también hemos comentado que pueden estar asociadas a complicaciones si se acompaña de más sintomatología o se prolonga en tiempo y/o frecuencia.

Por ello queremos que tengas muy claros los signos y síntomas por los que tienes que consultar:

  • Contracciones dolorosas y rítmicas antes de la semana 37.
  • Sangrado rojo que no cesa.
  • Rotura de bolsa antes de la semana 37.
  • Dolor continuo en el abdomen que no cede.
  • Ausencia o disminución brusca de los movimientos fetales.
  • Fiebre.

En conclusión, como actúo ante las punzadas.

Ante el dolor punzante lo primero es descartar los signos de alarma y patologías de las que hemos hablado anteriormente. Hecho esto, siempre es importante que bebas agua abundante, descanses y estires la zona.

Evita el estreñimiento y aguantar la orina, así como la ropa excesivamente apretada. Recuerda que deben ser punzadas puntuales con una duración muy corta, en torno al segundo.

Ante la duda, consulta con tu matrona o déjanos tus dudas en este post.

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